Relato de una magnífica experiencia compartida
Y la muestra llegó a su fin. Una muestra que pusimos en marcha empujados por la fuerza de los maestros que nos pidieron repetir la experiencia del año pasado. Sentimos desde el primer momento que debíamos estar a la altura de sus demandas.
En septiembre comenzamos nuestros preparativos, nuestras reuniones, nuestro intercambio de ideas en un infinito ida y vuelta de comentarios, opiniones y sugerencias…Tres meses de trabajo sin parar, semanas enteras de tarea codo a codo con las asistentes PIIE y su coordinación, convencidos de que esta muestra debía ofrecer un salto de calidad respecto a la del año pasado…Muchas más escuelas, muchos más proyectos comenzaban a incorporarse a esta gesta.
Y así, en medio de fuertes aplausos despedimos junto a la orquesta juvenil, a los chicos, maestros y directores que durante dos días seguidos mostraron con mucha pasión el laborioso producto de un año de trabajo.
Todo lo que viví con las capacitadoras del CePA y junto al equipo PIIE, fue extraordinariamente inspirante. Un círculo virtuoso que comenzamos a principios del 2008 y que se fortalece en cada paso que transitamos en colectivo.
Al lado de ellos, yo me siento imbatible.
Con ese recorrido apilo, capturo, retengo y atesoro en mi memoria momentos únicos y memorables…
Los relatos y explicaciones que presentaron los chicos me hicieron detenerme para escuchar atentamente lo que ellos tenían para contar. Algunos me interrogaban si yo sabía qué es la gravedad, y qué pasaría si no hubiera gravedad en la Tierra. Otros, si yo conocía cómo funcionaban cada uno de los relojes solares que ellos investigaron y diseñaron junto a su maestra. Muchos me regalaban una revista, un folleto o una planta como premio.
Había grupos de alumnos, que vestidos con sus delantales y buzos de egresados 2009, se despidieron de la escuela primaria logrando brindar explicaciones más elaboradas, más precisas y más claras. Orgullosos de contar a otros chicos y a quienes se les acercasen todo lo que habían aprendido.
Tres grupos que pertenecían a los chicos reporteros que trabajaron en la muestra, me entrevistaron mientras iba de un stand al otro, haciéndome preguntas previamente elaboradas por ellos.
Este año participaron de la muestra alumnos de primero, segundo y tercero grado, que con su entusiasmo de debutantes, nos rodeaban para contarnos cómo crecieron sus plantas en los frascos de vidrio que sostenían con sus dos manos, mientras otros del grupo leían, sin sacar el dedo para no perderse el renglón, lo que escribieron en letra de imprenta en sus afiches.
Otros chicos, también de primer ciclo me describieron un libro que elaboraron con su maestra, en el que cuentan qué les parece que habría que tener para ser una estrella y se sentaron en el piso para que el astrónomo Diego Galperin les respondiera algunas de sus preguntas sobre los fenómenos del cielo.
En otros stands, apicultores precoces me mostraron cómo se extrae miel de las abejas que criaron durante todo el año, mientras sus compañeros explicaban cómo se incuban huevos para que los pollos que trajeron a la muestra nazcan sin dificultades.
Los chicos de las cinco escuelas del programa, que trabajaron todo el año compartiendo el foro virtual del Grupo Astronómico Osiris, en las paredes de la sala que armamos para ellos, plasmaron a través de gráficos, maquetas y murales, su proceso de aprendizaje. Al mismo tiempo, la computadora reproducía una y otra vez sus vivencias del viaje a El Bolsón y a Bariloche.
Mientras vienen a mi memoria la cantidad de dificultades que tuvimos que sortear en el camino, las amarguras y momentos de desazón que supimos serenar entre todos, comparto hoy con quienes soñamos y trabajamos todo este tiempo, la compensación de hacer realidad esta epopeya.
A mis compañeros de ruta les digo que disfruté mucho y aprendí un montón dentro del espacio que una vez más me dieron para apostar entre todos por estas escuelas, por estos maestros y por sobre todas las cosas, por estos chicos.
Estoy aun conmovida con las escenas de activa participación de los alumnos que trajeron sus experiencias para transformar esta muestra en una fiesta.
Estoy impactada porque sé que lo que compartimos significó para ellos una oportunidad para ser reconocidos por lo que sí pueden y una nueva ocasión para ser protagonistas de su propia historia.
Brindo por la tarea cumplida, por las caras alegres de los chicos y sus relatos, por el orgullo de sus maestros y por el acompañamiento de los directores y supervisores que allí estuvieron.
¡Gracias a todos los asistentes del equipo PIIE por dejarme formar parte de esta producción colectiva!
¡Gracias a Gabriel Szklar por invitarme a colaborar en el programa!
Mirta Kauderer
Coord. Equipo CePA C.N